

María del Carmen Lino Esperón
Gallega de nacimiento, gaditana de corazón, regentando junto a mi marido el negocio familiar durante décadas, en activo a día de hoy, años maravillosos, años difíciles, pero siempre luchando y hacia delante
Gallega de nacimiento, Marín, Pontevedra; vengo de una familia con historias de mujeres luchadoras, trabajadoras y valientes, matriarcas y madres. Con 24 años emigro a Bélgica, donde pasó unos años trabajando como niñera y viviendo junto a mi hermana y su marido, pasado este tiempo, vuelvo a España, pero no a mi tierra natal, mi familia se había mudado a Puerto Real y San Fernando, así que me instalo con mis padres en Puerto Real, donde a los pocos años de llegar conozco a mi marido, Manuel Rosendo Rodríguez, por aquel entonces llevaba un bar, Casa Rosendo, en la Calle Vaqueros, que había heredado de su padre y por el que se ilusionaba día a día para avanzar y crecer.
Ya en nuestra etapa de novios empiezo a trabajar con el, cocinando y aprendiendo de la mano de mi suegra muchos platos gaditanos, que en mi casa no se hacían, así que emprendemos este camino llenos de ilusión, unidos con fuerza y apostando por un futuro para nuestra familia; el restaurante crece y crece y nos faltan horas para trabajar, una etapa muy dura, pero que la recuerdo con muchísimo cariño.
La familia crece y decidimos que estar en las cocinas es complicado para mi, así que me aparto un poco del trabajo en primera fila, aunque desde casa sigo haciéndolo, encargos, lavandería y planchado(de aquella no existían las lavanderías como hoy en día), compras,...
Mi marido fallece en 1995 y vuelvo al frente del negocio familiar, esta vez mis hijas mayores, que estaban estudiando en sus etapas de bachillerato, colaboran y aprenden el oficio, siguen estudiando y formándose, ayudando en el restaurante; unos años después se incorpora mi hijo menor, que también aprende el oficio y se pone al frente junto a mi hija mayor en el negocio familiar, aun sigo activa pero de forma más tranquila, tomando decisiones junto a ellos dos, para que después de casi 70 años de historia de esta empresa familiar, podamos seguir adelante viviendo de nuestro oficio, a pesar de los años difíciles, crisis del 92, del 2008, pandemia mundial,...seguiremos abriendo las las puertas todos los días.